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Y el camino que serpea...

No, Caminantes, no hay caminos

ni estelas en el mar

ni en los ríos

ni en las riberas sacras

ni en el envés de vuestros corazones..


Hay sudor, hay lágrimas,

hay tinieblas y esperpento:

también ansias de

amor,

de caricias, de sonrisas, de llamas

que nacen sin detonar,

silenciosas, fuertes, gallardas...

calladas porque sí, porque nacieron

mudas

para regalar más

después.


Caminante, se hace camino al andar...


No camines más; párate; huele la flor;

mira la luna y el sol;

llénate de lo que hay enfrente;

no mires nunca atrás:

delante está el mundo y sus misterios

y sus imperativos

y sus mandamientos

y sus quereres y sus deseos y sus dudas...

respira el aire...


Caminante, desecha la saeta que te ata;

abre tus alas al viento

y déjate llevar.


Burgos
Burgos y sus sombras. Fotografía tomada por AnRos

AnRos

1 comentario

1 Comment


Guest
Sep 09

...se enturbia y desaparece. La amplificación del poema machadiano transcurre entre la reafirmación y la réplica. Frente al caminar, el pararse a ver y sentir. A respirar. A volar. El uso de la segunda persona marca el tono exhortativo del poema; son hermosas imágenes y certeros consejos surgidos del corazón que nos obligan, ciertamente, a detenernos y reflexionar.

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