top of page

Top secret

El caso es que me han nombrado secretario del Ateneo Burgalés, institución en pañales, presunta heredera y continuadora de otros ateneos burgenses. En el primero de estos, el Ateneo de Burgos, fundado en 1924, participó lo más granado de la intelectualidad capitalina –M.ª Teresa León, M.ª Cruz Ebro, secretaria del mismo entre 1926 y 1941, o Antonio José, entre otros muchos– y se gestó la aparición del Orfeón Burgalés. En 1928 surgió en la Casa del Pueblo de la calle Fernán González el Ateneo Popular Burgalés, cuyo primer secretario fue Pedro Díez Pérez, y su primer presidente, Luis Labín. A pesar de que ambas instituciones se declaraban apolíticas, las subvenciones del Ayuntamiento se concedían con más frecuencia al primero que al segundo. El 18 de julio de 1936 desaparece el Ateneo Popular, y muchos de sus afiliados serán asesinados. El Ateneo de Burgos también se ve marcado por la radicalización política de los años 30: su actividad languidecerá y el Ateneo burgués se disolverá el 2 de marzo de 1941. En el ámbito ateneísta, y en otros muchos, la dictadura fagocitará la cultura burgalesa no oficialista. Muerto Franco, el 25 de abril de 1976 se inaugura el futuro Ateneo «Los Otros». Desde un compromiso claro con la clase trabajadora partiendo de los postulados de la C.N.T., entre sus fundadores estuvieron también humanistas progresistas como Virgilio Mazuela. Las múltiples actividades culturales de este nuevo colectivo, con gran impacto social en los 80, se centraron en los barrios de Capiscol y Gamonal. Al parecer, moribundea.

Bueno, al grano.

El significado de las palabras secretario y secretaria, de uso habitual, tiene, a bote pronto, diferentes referentes. Por secretaria entiendo una mujer que organiza la agenda personal de un hombre, y desde hace años es uno de esos términos marcados en rojo por el nuevo lenguaje de género. Ahora se prefiere ayudante de dirección o personal assistant. Por secretario, imagino un hombre serio que redacta las actas de las reuniones del órgano correspondiente. Pero yo creo que la principal función del secretario, y de las otrora secretarias, es otra: guardar los secretos.

Y al decir secreto, como una piedra que se arroja al estanque de mi cerebro, las sinapsis en el Área de Wernicke se activan y un tropel de nuevas palabras acude a la llamada, y todas tienen una historia que susurrar, porque en la Compañía del Secreto se habla en voz baja y mirando de reojo. Desde los cultos eleusinos y los ritos iniciáticos pitagóricos hasta las revelaciones del America's Book of Secrets, tan modernas y audiovisuales, pasando por el Secreta Secretorum altomedieval, todos se reúnen por unos momentos en mi cabeza. También acuden multitud de secretos societarios de menor enjundia: entre otros muchos, los secretos de los Illuminati, los de Los Numantinos y hasta los del Opus Dei. Tampoco faltan los secretos de familia, los de confesionario, los secretos de pareja y hasta esos secretillos infantiles, que corretean alegres entre sus ceñudos compañeros.

Ninguno de ellos llama la atención del secretario. Todos ellos son secretos a voces, recogidos en pergaminos, códices, impresos, memorias, cartas, pleitos y testamentos. Al secretario le reclaman los secretos puros, ya intuidos en la translatio Poridat de Poridades castellana, aquellos a los que se llega por la escondida senda, por las galerías del alma, los que se gritan mirándose a los ojos, los nunca dichos.

Pero el secretario levanta una nueva acta de reunión, y los secretos del alma se quedan solos, huérfanos de papel y tinta, esperando que alguien certifique su existencia. Porque el secretario es un hombre de mundo, no un poeta, y no aguanta la compañía de esos secretos, ni sus canciones; es un hombre prosaico al que solo le interesan de verdad un buen secreto a la parrilla y el escaparate de Women'secret, al que mira de reojo cuando pasea por la calle Santander al lado de su encantadora novia.


Imagen editada por Neila M.ª Rodríguez

El socio n.º 3



2 comentarios

2 Comments


Guest
Nov 12, 2022

Acabo de borrar, sin saber cómo, un comentario que me parecía pintiparado para la ocasión, un poco expenso, eso sí, por lo que, enfada por el vano resultado de mi esfuerzo, seré ahora más breve (alguien lo agradecerá, seguro).

En primer lugar, felicitar al socio n. ° 3 : desempénalocon ganas, con iniciativa y con ilusión. (Y muchas gracias por la información que nos has ofrecido sobre los "Ateneos" que en Burgos han sido y los hombres de enjundia que los instituyeron [Quién lo iba a pensar, en esta ciudad nuestra tan alérgica a la cultura].)

En segundo lugar, y haciéndome eco de lo expuesto en el comentario de la socia n. ° 15, animar al nuevo secretario (de "secretum",…


Like

Guest
Nov 11, 2022

Yo soy yo, mis circunstancias, mi sofá y, los viernes, sus artículos.

¿Este hombre estará delirando? Como mi sofá no incorpora enciclopedia, y mis partes traseras han echado raíces en él, releo lo que sé, y paro mientes en algunas cosas...


En primer lugar, me detengo en la cultura franquista, que acaba con asociaciones culturales para instaurar y abonar las raíces de la cultura del culto. Otro día abra usted la BDME y rastree los sutiles significados y cambios semánticos del étimo común a esas dos palabras. Pase también por la calle La Paloma y vea lo profundo de esas raíces en su mirada furtiva al escaparate. Y es que dios está en todas partes, entre los pucheros, como decí…


Like
bottom of page