top of page

Soledad (LI)

Soledad hoy ha perdido el Sol y la Edad, y se ve desnuda... Tiene un espejo apocado, cobijado entre las dos puertas del minúsculo armario de su habitación, que nunca usó porque nunca necesitó mirarse en ese espejo pequeñuco, pero ahora sí....

Soledad se contempla mermada... ¿Quién, madre, quién, le robó su lozanía? ¿Cuándo, y por qué fue desvestida de su belleza,  antigua, sí, pero belleza al fin y al cabo?

Madre, yo ya no puedo más, madre, que me ando desgarrando en pequeñas moléculas de sal viva, madre, de arrastre innecesario hacia el mar....

Soledad se libera de su pena contemplando la vida que late y pelea en su delantal... Pero ya no le vale, madre, no le sirve a Soledad ese conformismo de maniquí de paja, de títere de tienda, de posacuerposincuerpojamas...

Soledad ha decidido anular el espejo del armario (el del lavabo no puede, porque se lo colocó su mala Hacedora, que desde ahí la vigila, ya ella bizca sin remisión) y Soledad llora y llora, porque ha entendido que solo es dueña de sus lágrimas en soledades oscuras, porque sabe, ya sabe, que la luz no se inventó para ella, porque alguien se la robó  antes de ser ella concebida... ¿para qué? (Soledad no sabe,  Soledad no dice, Soledad no entiende....), simplemente porque no puede hacer otra cosa, porque no hay otra cosa más allá de su ventana, porque no existe nada NADA detrás de sus sueños, tan legítimos y solitarios, donde las palabras se arrugan hasta hacerse irreconocibles.

Fuente: iStock


Ana Rosa M. Portillo

1 comentario

1 Comment


Guest
May 06, 2023

Quizás la declaración más oscura y desesperada de Soledad, en la que se acumulan los términos con connotaciones negativas: desnuda, apocado, robar, desgarrando, títeres, llora... Todo suena a derrota. Incluso su último refugio, los animalitos de su delantal, ya no le sirven de consuelo. La luz del sol, el alivio de la lluvia, los recuerdos infantiles no encuentran ningún resquicio. Las preguntas a la Madre se agotan y Soledad se postra en un nihilismo desesperado, sin salidas. Ni siquiera la palabra crea un espacio habitable para la tristísima Soledad. Aun así, otro hermoso texto desde la distancia crítica.


Like
bottom of page