Este año el día 1 de noviembre cae en miércoles. El miércoles es un día anodino. Está ahí en medio, y no sé nada de su nombre. El martes es por Marte y el jueves, por Júpiter. Creo. El lunes por la Luna. El domingo, por Dios, el dominicus dies. El sábado por el sabbat, o como se escriba, el día de fiesta de los judíos. El viernes no sé, diría que por el salvaje que se hace amigo de Robinson Crusoe, pero no es por eso. Ahora que lo pienso, lo de miércoles igual es por Mercurio. Quizás. El caso es que me creo que sé algo, y sin la Wiki no soy nadie. Sin ti no soy nada, Wiki.
La cosa dicen que va a peor. Que los jóvenes de hoy en día no saben nada. Y que no estudian nada. Que son unos vagos. Hoy estaba repasando con mi sobrino de 15 años –15 años, Dios mío, mi sobrino del alma– la literatura del Romanticismo. La española, claro. También habían visto lo del Wherther, lo de que se había suicidado, y lo de que a la gente le dio por suicidarse. Yo quería explicarle, ya que la semana que viene es Jalogüín, lo de El Monte de las Ánimas, y lo de que Bécquer era pintor y le gustaba dibujar esqueletos, a la gente haciendo cosas normales –un torero, un pianista– pero como esqueletos. Y lo de El libro de los gorriones, y lo de sus fieles amigos, y tantas cosas. Pero él, que es un chico bastante aplicado, me ha mirado con sus profundos ojos verdes y me ha preguntado:
—Tío, ¿pero la gente sigue escribiendo esto?
—¿El qué? –le he respondido, sin saber muy bien a qué se refería.
—Poesía.
Así que hemos hecho un esquema de los tres tipos de Rimas de Bécquer –amorosas, existenciales y metapoéticas–, me ha dicho que Rosalía de Castro tuvo un hijo con un cura y se ha ido a su casa porque tenía que repasar Física media hora porque el jueves, el día de Júpiter, tiene examen de eso de que salen dos trenes, uno de Madrid y otro de Barcelona, y dónde se encuentran, y porque mañana juega el Barça y le coincide con el entrenamiento en Pallafría y lo verá en diferido y que como su hermano le diga cómo han quedado...
Después he repasado mis sesudas notas sobre Jalogüín. Sobre el día de Todos los Santos y el día de los Fieles Difuntos. Sobre el Purgatorio y las almas en pena, que se nos pueden sentar a la mesa y se nos comen las croquetas. Sobre las deudas y sobre la imperdonable calumnia. Sobre los lemures, no los de Madagascar, sino los de los romanos. Sobre San Isidoro, quien instituyó el rezo por todos los difuntos «qui ab initio mundi fuerunt usque in finem». Sobre San Odilón, que sacó del Purgatorio, con la ayuda de las oraciones de los monjes de su comunidad, a Benedicto VIII. Sobre el Hades. Y sobre el Sheol, el seno de Abraham, donde reposan los espíritus de los judíos justos. Sobre tantas cosas. Yo todavía quería escribir un artículo con todo eso.
Pero no sé, me ha llamado mi encantadora novia y me ha estado contando que el miércoles se va a disfrazar de Miércoles Addams, y se me han quitado las ganas.
El socio n.º 3
Bueno, no te deprimas, amigo. Todos estamos llamados a la santidad, también a la muerte. Tres días consecutivos para celebrar ambas cosas (uno de ellos, tú "jalouguin", prestado, cómo no, de esa lengua y esa cultura que nos tienen a todos secuestrados). Intentemos vivir con dignidad las tres celebraciones... Nos podemos disfrazar de santos para despistar a los malos espíritus... Estrenemos noviembre con el pie derecho.
[Por cierto, viernes es el día dedicado a Venus: "veneris".]
No sé que será eso de Jalogüín, pero sé de su sobrino de usted que es posible que, a pesar de sus quince años, haya participado en un concurso de decoración de hálogüen que hay en su instituto. Y, a tal fin, haya decorado con sus compañeros de clase la puerta del aula y su interior. Igual ambos personajes, dada la similitud formal de sus nombres, son de la familia, igual el que yo digo
es algún pariente
del otro,
del otro lado
de la vía...
Un pariente
sin plural
que aspira
con afán liminar esdrújulo
la hache...
...Una noche de algún año, de cuyo nombre no puedo acordarme,
nos acostamos con el rancio donjuan tan español (un pseudorromántico no…