Mezcla de estaciones como en un frugal menú degustación. Colores a tutiplén, sombras, descansos, verdes intensos sobre ilusiones que desbordan la imaginación. Reflejos de la noche entrelazados con las luces falsas de los luceros eléctricos, negros tumultos de recuerdos, escondidos entre el follaje infinito, centelleante el naranja que como antorcha ilumina la vida de un cielo de flores sobre la piedra robusta de excelsa historia soriana. Matices emotivos de un naranja extraño, eterno, floreciente. Matices que recuerdan momentos tristes, alegres, negros y blancos; pensamientos que van y vienen sobre el espejo de un peristilo incandescente.
NeiRma
Una explosión de colores y emociones que se entrecruzan y se estorban, que pretenden estirarse para intentar abarcar todos los sentimientos en un balbuceo que se atraganta entre colores, sombras y palabras. Bonito.
El texto es fiel a la escritura semiautomática proclamada por los surrealistas, las inesperadas asociaciones que afloran del subconsciente, y a las faltas de cohesión defendidas por otros mismos, como el Futurismo y el Ultraísmo. Así, el torrente de imágenes y la acumulación de adjetivos describen, a la vez, un paisaje interior. Es una composición que apela más a la vivencia de la magia de las palabras que a la crítica literaria.