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"Los misterios de la taberna Kamogawa", Hisashi Kashiwai

"Los misterios de la taberna Kamogawa", Hisashi Kashiwai
Fotografía tomada por la autora

1.ª edición: 2023. Título original: Kamogawa Shokudo. Editada en 2015 en la Editorial Shogakukan. Ejemplar leído: Editorial Salamandra. Primera edición. Traducción del japonés de Víctor Illera Kanaya. 185 páginas.


Hisashi Kashiwai (Kioto, 1952) estudió Odontología por la Universidad de Osaka. Tras licenciarse, volvió a Kioto donde abrió una clínica dental. Ha escrito muchos libros sobre su ciudad natal y ha colaborado en revistas y programas televisivos. Su debut literario ha sido la novela Los misterios de la taberna Kamogawa, traducida en más de veinte países; primera entrega de la saga que se ha construido después sobre sus cimientos, compuesta por ocho novelas y llevada a la televisión en una serie emitida por NHK TV.


Los misterios de la taberna Kamogawa es una novela sensorial repleta de referencias a los distintos sentidos, en particular a la vista, al olfato y al gusto; fundamentales para materializar los sabores y las texturas de los variados platos nipones que se describen con gran detalle en la novela y que el lector tiene la sensación de ver y saborear. Esta capacidad literaria es fruto de una escritura clara, de la habilidad de transmitir la plenitud de cada instante y la belleza de la cultura japonesa; y de la magnífica traducción.


La estructura de la obra es peculiar. Está dividida en seis capítulos en cada uno de los cuales llega un cliente a la Taberna Kamogawa buscando los servicios de la Agencia de Detectives Gastronómicos. El objetivo de esta agencia es reproducir de forma fidedigna el plato que busca el cliente, el cual normalmente responde a un recuerdo de su infancia y está repleto de momentos inolvidables junto a las personas con las que lo disfrutó. Estos capítulos están divididos, a su vez, en dos partes: en la primera se cuenta cómo llega el cliente, el servicio de un pequeño almuerzo –omakase– por parte del señor Kamogawa, el cocinero, y el planteamiento a la agencia de detectives del plato que el recién llegado quiere volver a degustar. En la segunda parte, los detectives quedan con el cliente para presentarle el plato que busca. Al ponérselo delante, el señor Kamogawa describe con mucho detalle cómo ha logrado todas las pistas para reproducir el plato buscado, explicando que encontrar un plato del pasado es difícil, ya que está aderezado con el «condimento de la nostalgia» y con «el sabor que el recuerdo añade».


Hisashi Kashiwai nos plantea también una defensa del idioma y en particular del léxico propio de cada lengua. Así, antes de llamar postre, por influencia extranjera, al plato dulce que saboreamos al final de las comidas, reclama la utilización del vocablo japonés mizugashi. Hay una frase muy significativa en la obra que refleja con claridad esta reivindicación del uso de la propia lengua: «El desmoronamiento de una cultura comienza con la perversión del lenguaje», en la que incide en la fatal preferencia por palabras de origen y etimología extranjeros en detrimento del uso de las propias.


Los misterios de la taberna Kamogawa transmite el profundo sentimiento de amor a la naturaleza y a los olores, la sutileza del arte gastronómico, el cuidado de cada detalle cotidiano, la preocupación por la decoración de la casa, la hermosa repetición de los momentos –cada uno distinto al anterior y perfecto en sí mismo–; el placer de la lectura; el disfrute de las flores y de lo sensorial; el alma de la arquitectura nipona; la defensa de las costumbres japonesas como, por ejemplo, la minuciosidad a la hora de preparar el té o de utilizar un tipo de vajilla u otro según el momento del día o las personas con las que se va a compartir la comida; y la importancia de la educación.


En definitiva, este libro ofrece al lector una oportunidad para acercarse a la cultura y tradición japonesas de una forma muy original.


Izumi Yasu

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