top of page

CAFÉ NEGRO

En los veranos de la adolescencia, cuando el tiempo se estiraba como un chicle y podías dormir, quedar con los amigos y sobre todo pensar en las musarañas, leía cualquier novela que caía en mis manos y en especial las novelas de misterio de Agatha Christie, en las que intentaba desenmascarar, siempre sin éxito, al asesino, antes de que la autora decidiera descubrirlo.


Al cumplir los dieciocho, te vuelves más selectivo, te guías por los suplementos dominicales y lees Rayuela de Cortázar, o el Ulises de Joyce, en pleno verano y a la hora de la siesta y te dejas cortar la cabeza antes de reconocer que echas en falta esas novelas de misterio.

Porque en los años 80 y 90, en los países europeos, el género de la novela negra tenía prestigio, pero en España era considerado pseudoliteratura. De ahí hechos tan llamativos como que Alicia Sánchez Bartett recibiera toda clase de premios y reconocimientos en Italia con su serie de novelas de Petra Delicado, o que el escritor Andrea Camilleri pusiera a su célebre comisario el nombre de Franco Montalbano en honor a Vázquez Montalbán. Hasta que desembarcó Stieg Larsson con la trilogía Millennium y el género negro entró por la puerta del éxito dorado en España. En 2021 la novela negra recaudó en nuestro país 70 millones de euros.

Sedano. Fuente: Fotografía realizada por Juan Carlos Martín Tamayo

He leído algún libro de novela negra nórdica, pero con alguna excepción y respetando otros gustos y opiniones, no me dice nada. Más que novela negra parece novela sangría, llena de vísceras, de oscuridad, de cadáveres desmembrados, de giros rocambolescos, de víctimas torturadas con pelos y señales, de sociópatas y psicópatas. Mientras lees una de estas novelas, imposible entrar en una casquería sin que te recorra un escalofrío.

Y siguiendo esta estela del éxito, el fenómeno del terror gore se ha extendido también a las novelas españolas, todos los días puedes leer con las más modernas técnicas de mercadotecnia «el nuevo éxito de…», «la esperada nueva novela de la saga…»

De lo que sí que disfruto –y mucho– es de la novela negra clásica, con calidad literaria; libros donde se cultivan la crítica política y social, las costumbres, la forma de vida, la comida local, la intriga lógica y hasta el humor. Libros en los que las relaciones humanas pesan más que las profesionales. Petros Markaris nos ha explicado como nadie la crisis económica de Grecia; Hennning Mankell, la parte oscura de la sociedad sueca, el desembarco del poder económico chino en África.

¿Quién no se ha reído con la fina ironía que se establece entre Petra Delicado y su fiel escudero Fermín Garzón? ¿Quién no ha deseado compartir con los dos policías una cervecita en la Jarra de oro para discurrir sobre las nuevas hipótesis? ¿Y quién no ha visto reflejada la evolución social y política de Barcelona en cualquiera de sus títulos?

Hablar de Lorenzo Silva daría para más de un artículo. La calidad de su obra, su compromiso, audacia y conciencia ciudadana son incuestionables. Sus queridos personajes Bevilacqua y Chamorro, dotados de dimensión y profundidad están consagrados en las estanterías de la literatura actual española.

Hoy me permito recomendar, a quien le guste el género negro, un estupendo libro titulado Un asunto rural de la burgalesa Mercedes Rodrigo, ganadora del XXV certamen literario Ciudad de Getafe y creo que recientemente del festival Morellla Negra.

Destaca el jurado la calidad literaria de la obra, el valor de poner la mirada en una España rural y su paisanaje, el hecho de que sus personajes son creíbles, tanto por sus descripciones y sus diálogos como por sus pensamientos.

Sedano. Fuente: Fotografía realizada por Juan Carlos Martín Tamayo

Ana Valtierra

4 Comments


Guest
Apr 26, 2023

Yo tampoco soy lector de novela negra, seguramente por el descrédito del género en mi juventud que comenta la articulista. Como ella dice, no estaban en el canon de la gran novela que había que conocer: Delibes, Cela, Sánchez Ferlosio y otros tantos, incluyendo a lo grandes autores hispanoamericanos. Pero el artículo ha despertado también mi curiosidad y leeré la novela de la autora burgalesa. Por eso, además de por su cuidada elaboración, sin duda, es un buen artículo. Espero que Ana nos siga haciendo otras sugerencias.

Like

Guest
Apr 12, 2023

Perdón, la escritora es Mercedes Rodrigo.

Like

Guest
Apr 12, 2023

Excelente artículo de Ana Valtierra, sencillo, claro y perfectamente argumentado.

No soy especialmente fan de la llamada "novela negra", efectivamente considerada "género menor" por gran parte de la crítica en nuestro país hasta no hace tanto. Quizás, por esa razón tan infundada, yo misma he recelado siempre un poco de ese presunto "subgénero"... Pero este artículo ha despertado mi curiosidad y, quizás, logre enmendar mi posición ante la lectura de estos libros. (Bien es cierto también, o así lo intuyo, que no es sinónimo "novela negra" de "novela ~podríamos llamar~ sanguinaria o truculenta.)

Curiosamente, el libro de la burgalesa Teresa Navarro sí lo he leído (por ser burgalesa) y, la verdad, está muy bien... Pudiera ser interesante proponerle una cita…

Like
Guest
Apr 12, 2023
Replying to

(Por cierto, las fotos que ilustran el artículo son muy acertadas.)

Like
bottom of page