Una parte de la vida es calma; silencio. El brotar de las flores en primavera. El vuelo de los pájaros entre las finas hebras del viento y las caricias esponjosas de las nubes, vapores de agua de sonrisas. La vida también es el amanecer y el anochecer, son las lunas diarias que nos envuelven con su gracia y su espíritu de libertad. La vida también es la calma de un sol que se refleja en todos aquellos seres vivos e inertes que pueblan la tierra. La vida son las luces. La vida es un color lleno de matices que envuelven las miradas y los ojos cálidos. La vida es todo lo que vemos, creemos y sentimos porque la muerte es incierta y ajena al conocimiento humano. El cielo va y viene de distintos colores, pero todos merecen una ansiada sonrisa humana; o animal. La naturaleza es savia y con ella vida, vida de los mundos desconocidos; vida eterna de nuestra alma sensorial.
La vida son los reflejos de tantos sentimientos, emociones, situaciones, experiencias, palabras, creencias, dificultades, problemas, pensamientos…
La vida es el porvenir de la historia.
NeiRma
Dicen siempre los escritores, cuando les preguntan, que el gran tema de su libro es, como no podía ser de otra manera, la vida. Quererla definir a partir de las sensaciones que genera una fotografía es otro buen intento de aproximarse a algo que, tan real, se escapa a las posibilidades del lenguaje. Silencio, colores, sonrisas, savia... son palabras llenas de eso que llamamos vida. No son la vida, pero son hermosas palabras para hablar de ella.
Ay, amiga, qué gran verdad en tu mensaje y qué hermoso! Pero erraste en un punto solo: la vida no es el devenir del futuro; más bien al contrario: la muerte es el devenir de la vida... En total, todo son palabras capaces de espeluznar; también de encontrar una senda para amar.